lunes, 22 de diciembre de 2014

No Va a Ser Fácil

VI-11 CUBA DIVERSA

Obligado comentario sobre la sorpresa que trajo el día de San Lázaro

Esta semana se ha dicho de todo  sobre el acuerdo entre el ejecutivo estadounidense y el gobierno de Raúl Castro. Argumentos a favor y en contra,  que necesariamente han pronosticado una evolución positiva y de progreso unos o, por el contrario, otros  un fiasco en términos del mejoramiento de la vida de los cubanos. Con base en esas conjeturas, muy pasionales en la mayoría de los casos, la decisión del presidente norteamericano ha sido calificada desde hecho histórico más significativo de toda su ejecutoria hasta de artera traición.
A pesar de los adelantos científico-técnicos de este siglo XXI, ningún invento ha podido remedar ni por asomo las virtudes fantásticas de la bola de cristal. De manera que todos las previsiones acerca del futuro de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba a partir de este hito, tienen el mismo valor que el de las adivinas de feria. 
La historia anterior no nos sirve porque los directores de orquesta en ambos bandos son otros y sobre todo porque la realidad global y también  la regional ha cambiado mucho durante las últimas dos décadas.  Por tanto, lo más serio es dejar de jugar a profetizar y esperar a ver el desarrollo de los acontecimientos. Y es que el pasado 17, más allá de salvar un obstáculo circunstancial con el intercambio de espías y la liberación separada de Alan Gross y decenas de opositores presos, lo que ocurrió, al día de hoy, no ha sido más que un anuncio. Las ilusiones podrían terminar en desengaño, porque el diablo está en los detalles.
No se puede negar que los detractores de la medida, entre los que destacan las víctimas de abuso, vejámenes  y pérdida de seres queridos -por su dolor-  y los congresistas cubanoamericanos por sus compromisos de su posición política respecto a Cuba, que fue de cierta manera la que los encumbró, tienen sus válidas razones de ideas y de sentimientos ancladas en el pasado. Toda ancla, hay que admitirlo, es un poderoso obstáculo al movimiento.
Y no se trata simplemente de levar anclas. Hay que soltar las cadenas que nos atan al pasado y ello implica un desgarramiento. Pero ha transcurrido demasiado tiempo y no queda otra que intentar adaptarse a la realidad para poder modificarla y como dice el dicho, si hay limones habrá que hacer limonada y ojalá que salga lo más dulce posible para Cuba que sufre, y para Estados Unidos.


Los cubanos tienen un dicho sobre la vida diaria " no es fácil".
"it's not easy". Hoy los  Estados Unidos quieren ser un socio
 para hacer la vida del cubano común un poquito más fácil. 

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