En el dia nacional de Francia
aducen que no fue por el asalto tumultuoso de la
prisión-fortaleza donde se vapuleó la cabeza del gobernador clavada en
una pica, entre otras lindezas, sino para recordar la Fiesta de la
Federación de 1790 y que diz que celebraba la reconciliación y la unidad
de todos los franceses. Bah, cuentos
de camino. Caballeros, si dos años después, en 1792 ocurrieron las matanzas de
septiembre, probablemente el episodio más bárbaro de aquella revolución.
En total y durante esos días de septiembre, en París y en sus distintos departamentos se realizaron más de 1.400 ejecuciones.
Todavía ese año se produjo el asesinato de la princesa de Lamballe.
Enero del 93 empezaba el año con la ejecución de Luis XVI, el 16 de
marzo la creación del Tribunal Revolucionario,
que como todos los de su tipo acaban con la quinta y con los mangos. El
3 de Julio le arrebataron de sus brazos el hijo a María Antonieta. El
16 de octubre la llevaron en carreta rodeada y vituperada por la chusma a
cortarle la cabeza. ¡Valiente reconciliación y unidad!
Pero los que defienden la tesis de que la violencia es la partera de la historia ven a la revolución francesa por su legado progresista. Libertad, igualdad, fraternidad fue una especie de conjuro que convocó en su nombre la orgía sangrienta. Hoy la triada humanista es el lema de la República de Francia y una quimera de la humanidad.
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