lunes, 7 de julio de 2014

Tema Obligado

En estos días el Mundial de Futbol es como un pie forzado*.

La afición futbolística es extensa en todo el mundo. Los países en los que el balompié  no es pasión son excepciones en Iberoamérica. Ni hablar de Europa. Hace tiempo que Asía y África  sucumbieron a la febril atracción de este deporte. Pero con los mundiales, y especialmente con este -por el papel intenso de los medios, internet y las redes sociales- se suman a los aficionados habituales  millones de neófitos contagiados por conocidos y familiares y por una extraña pasión resultado de la fusión confusa entre el amor propio y el patrio.
Los nacionales de países que no clasificaron a la cita mundialista tenemos que engancharnos con alguna selección que nos sea afín por razones intrínsecas del deporte o de otra índole cualquiera. Mi primera opción ha sido Costa Rica. La más humilde de las selecciones llegó a cuartos de final y se batió de tú a tú con la reincidente subcampeona, la poderosa Holanda. 
Costa Rica no perdió un solo partido, habiéndole tocado en la primera fase el más duro de todos los grupos, junto a tres ex campeones. En los cuartos de final cedió ante Holanda en la azarosa ronda de penales, frente a un portero graduado en la especialidad de penaltis y  puesto a jugar en el  minuto final como tercer y último cambio por un genial técnico holandés, quien previó la resistencia feroz que les opuso la total entrega de los jugadores ticos. Tanto es así que para ello había guardado un  arquero preparado para la instancia de los penales. Gloriosa selección de Costa Rica y atinado entrenador Louis van Gal.
Ya ahora, ante los cuatro semifinalistas me voy con Holanda. Ni Argentina ni el Brasil actual me simpatizan. Y si Holanda se coronara campeón ello resultaría en más mérito para Costa Rica poque habría llevado a los "campeones" a decidir en penales, incapaces de   derrotarla en el partido.Y para cumplir literalmente la exigencia de un pie forzado. Ahí lo dejo:

Es la pandemia de hoy.
De ella se escapan pocos.
En Brasil están los focos
de la mundial atención.
 
Sean Neymar o Luis Suárez,
Keylor Navas o el Messi-as,
la afición se desvivía
con fe por sus estelares.

Como si saliera el sol,
queriendo alcanzar la meta
de iluminar al planeta:
Es el Mundial de Futbol.



*Verso fijado de antemano para una composición que haya de acabar necesariamente en dicho verso.