lunes, 23 de marzo de 2015

Mi Cuba 2015

Breves impresiones de mi tercera "visita" a Cuba. 

Fue la tercera vez en 17 años de ausencia que el avión en que yo iba de pasajero aterrizaba en el aeropuerto José Martí. El primer retorno fue, naturalmente, más impresionante y lo reflejé AQUÍ. En esta ocasión una circunstancia adversa determinó el viaje. Una seria descompensación en la salud de un familiar cercano. Afortunadamente dos días antes de mi regreso le daban el alta en el Hospital.
Apenas me moví fuera del estricto círculo familiar. Un solo día yendo  de la casa de un familiar a otro hice escala en Coppelia y al ver la marquesina del Yara coincidió que a esa hora,  la 1 p.m. empezaba la proyección de "La Pared de las Palabras" y entramos a verla. Pero de este estreno, si acaso comentaré otro día.
La impresión general es que en comparación con mis dos estancias anteriores hay mayor movimiento en el "resolver" de la población,  y con nuevas categorías. Venden tarjetas telefónicas de diversas clases, reparan o desbloquean celulares, entre otras muy diversas y novedosas actividades independientes. Siguen habiendo numerosos carros almendrones y no almendrones con rutas más o menos  fijas a 10 pesos cubanos. Los transeúntes y choferes se entienden, por ademanes de los primeros con sus brazos, de cual es el destino que buscan los clientes. Con el brazo extendido si continúa por Infanta, o doblado hacia atrás si quiere girar en San Lázaro o al otro lado si pretende tomar izquierda en Neptuno, por ejemplo. Es una especie de lenguaje de señas parecido al utilizado por los sordomudos.
En general la mayoría de la gente, lo que llamamos el pueblo,  anda inmerso en "la busca", desde los parqueadores por dondequiera, pasando por el que te ayuda a adquirir lo que buscas en el agro en pos de una propina, hasta como dije los "inventores" de electrónica e informática y otras técnicas modernas. Estas actividades para sobrevivir o incluso vivir con algunas comodidades sobre la media les absorbe totalmente. 
La verdad, sin que nadie se me ponga bravo, nada parecido a la Cuba que veo en los reportajes de las televisoras locales en Miami e incluso en algunas películas cubanas, de cine independiente y coproducciones del ICAIC  de baja estofa que, a veces premian "por ahí", donde preponderan jineteras,  pingueros, y disidentes activos orquestando actos de calle con multitudes de mirones. No es que no existan, pero son una minoría que no se echa a ver.
La gente en su mayoría, eso sí, vive ajena a toda forma de política y a la política oficial. A la que, por cierto,  se le da en la ciudad del sol la misma propaganda y resonancia que tiene en los medios oficiales de Cuba. Si acaso, las personas están al tanto del intento de acercamiento de Estados Unidos,  e igual que por acá con optimistas y pesimistas en proporción semejante. Supongo que los pesimistas aumentarán con las últimas movidas del ALBA, con Raúl a la cabeza y el respaldo al desastroso Maduro y su "antiimperialismo" de rigor. En este sentido, y termino, coincido con el vaticinio de la esclarecida Yoani Sánchez que ha dicho: " No hay retorno al 16 de diciembre, no hay vuelta atrás"

2 comentarios:

  1. Pues que te puedo decir!! cuanto me alegra que haya caminado otra vez por aquellas calles nuestras. Yo nunca pense regresar pero como todo cambia, he cambiado igual de pensamientos..mi nieto fue a Cuba el pasado mes de febrero con la Universidad y vino encantado de Cuba, comio en paladares, camino por el campo, sus playas, se baño en rios y lagunas. En fin, la nueva generacion no conoce en realidad lo que sufrimos del destierro, Cuba ha cambiado y nosotros igual..pienso volver a caminar por mis calles de la mano de mi familia..que carajos!! como dijo el maestro "Nuestro vino es agrio, pero es nuestro vino" un beso.

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  2. Pues te felicito. Es una manera de seguir el consejo de Horacio, que aparece en la cabecera del blog.

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